Estudio de la situación política y de seguridad local (riesgo de disturbios, huelgas, conflictos étnicos, etc.).
Líneas telefónicas VIP específicas para el evento: dos locales y una externa al país.
Contacto con las autoridades políticas y policiales y, en caso necesario, las fuerzas armadas.
Contratación de especialistas en seguridad y guardaespaldas que hablen el idioma local y, al menos, inglés.
Preparación de una estructura de evacuación rápida por carretera y aire.
Organización de una unidad de crisis de seguridad, equipo de especialistas disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana.